Naturaleza

ha estigmatizado este tipo de planta en la región.  Son de colores vivos, como el rojo, pero en la parte inferior son de colores pálidos; se les reconoce por ser blandos y suaves; miden en promedio tres centímetros; crecen de forma natural en sitios donde haya descomposición de plantas, animales u otros hongos.

Por otro lado, la fauna posee ese encanto sobrenatural que embruja los ojos y los oídos de los visitantes. Por todo el camino empedrado, que conduce a la Cueva del Indio, se siente el bello trinar del Torito Capiblanco. Ave muy colorida que habita generalmente la tierra santandereana; es de unos siete centímetros de alto, alas de color negro y rojo y pico amarillo claro. Se alimenta especialmente de insectos y frutas. Actualmente se encuentra en peligro de extinción, debido a que se está invadiendo su habitad. Otra especie de ave muy reconocida a nivel mundial y que prospera de forma permanente con el ser humano es el Colibrí. Esta ave es originaria de América y se le puede encontrar en los jardines, en los parques naturales, en las zonas cálidas y templadas, así como también en el patio de nuestra casa.  Vélez es un territorio de eterna belleza floral y esta cualidad es la que permite que el colibrí tenga un habitad natural y doméstico, pues en muchos hogares veleños las amas de casa permiten que ellas se alimenten del néctar de las flores que adornan el jardín.

La geografía regional permite que muchas aves tengan como habitad este territorio. Vélez se encuentra en medio de inmensas zonas verdes y de hermosos bosques aledaños, lo que posibilitad una gran variedad de animales; fuente indispensable del turismo de montaña y natural. En Santander se promueve este tipo de turismo, debido a que su terreno es agreste, de montañas suntuosas y de eternos paisajes naturales. Muchos turistas visitan la provincia de Vélez por tener estas características. Se encuentra delimitada por el río Suárez y por la falla de la Salina, al occidente. Posee un clima templado de montaña, que oscila entre los 16 y los 17 grados centígrados.

Visitar Vélez es reconocer que lo más valioso de la vida no es la delimitada fuerza de la tecnología sino la inconmensurable belleza de la naturaleza.