Cultura e historia florece en la entrada de la Cueva de los Indios, acompañado de un toque de magia, que ha sido dada por la valentía de los indígenas que tomaron ese lugar como albergue y protección en defensa de su cultura, religión y costumbres. En la entrada se siente esa fría brisa que hace que cualquier visitante dude para entrar, sin embargo, aquel que en su corazón desee sentir y ver la sala donde se encontró la momia del cacique Agatá, no dudará en hacerlo. Hay allí todavía algunos restos momificados del valiente cacique. Y cuando el visitante logre entrar, verá grandes salas de estalagmitas y estalactitas y una enorme cascada subterránea. Un gran sitio de interés, cultura y aprendizaje que hay que visitar. Para llegar a él, es necesario caminar 40 minutos por un recorrido al aire libre hacia la vereda El Amarillo.
Cueva de los indios
