Todos los integrantes de este colegio se sienten orgullosos al ser parte de este Monumento Nacional, declarado así desde 1973, por el presidente Misael Pastrana. Construido en el año de 1549 como monasterio franciscano, el Colegio Nacional Universitario ha sido una huella inviolable en la historia del municipio de Vélez. En él se guardan las historias de los veleños desde el año de 1824 cuando el general Francisco de Paula Santander lo declaró plantel educativo y fue en 1973, según el Ministerio Nacional de Educación, que empezó a regir de forma definitiva como una institución educativa, dando una educación intelectual y moral a todos los habitantes de este municipio. El colegio permanece intacto y con gran fuerza para seguir funcionando; su color verde distintivo se ha mantenido durante décadas, recordándoles a todos los visitantes la belleza de las praderas que poseen estas tierras. Asimismo, se enseña y capacita a los veleños en música. Es bien sabido que Vélez se conoce también por su folclor, y esto se debe a que sus habitantes tienen la facultad de tocar el tiple y bailar la guabina. El colegio, además de su enseñanza intelectual, contribuye a no perder esta tradición musical.