Un dicho particular, en un lugar particular y con una historia particular es lo que resume la Catedral de Nuestra Señora de las Nieves. Si alguna vez, alguien ha escuchado el dicho aquel, “Más atravesado que la iglesia de Vélez”,  sabrá que se está refiriendo a la catedral que fue construida en 1560, con la ayuda de las manos laboriosas del cacique Saboya y su gente, cuando todavía tenía una actitud amistosa con la expedición española. La catedral está construida de manera que la entrada está a un costado del parque principal, muy diferente de las demás iglesias. Su pomposa arquitectura barroca está decorada con un color amarillo claro y unas tejas de barro rojizas, con algunos tapizados en color rojo en sus paredes. Está adornada, gracias al cuidado de sus habitantes y de los fieles que rezan todos los días, con flores de diversos colores. La iglesia recibe alrededor de 100 personas diarias que, por su devoción a la virgen, la visitan. Es de resaltar también, la tranquilidad que se siente y la paz que se vive cuando se entra a esta catedral a escuchar la misa de los domingos. Como es costumbre, en toda comunidad cristiana, los domingos se celebra el santo sacramento de la sacristía y este municipio, como parte de su cultura, ha añadido un pedazo de su tradición. Pues, alrededor de la Iglesia se reúnen vendedores de obleas, de bocadillos y dulces típicos veleños.