Los recuerdos de un pasado heroico, así como las paredes, las calles y los balcones, se mantienen aún intactos en la memoria de los veleños. Las calles antiguas, donde los primero colonizadores sentaron la segunda ciudad del Nuevo Reino de Granada y donde los caciques, con valentía y coraje, defendieron sus más arraigadas creencias, representan un patrimonio nacional que conserva todavía los primeros semblantes de la arquitectura colonial. El casco urbano conserva aún esa estructura típica que se utilizó los primeros años de la Colonia: Tierra pisada, teja de barro, con floridos balcones, amplios ventanales y portones en madera en forma de arco. El turista podrá detallar en su andar por las calles que las casas están construidas con balcones y las paredes están hechas en barro macizo. Este tipo de construcción se puede comparar con municipios de igual trascendencia histórica.
Asimismo, está el Colegio Nacional Universitario que conserva, entre sus paredes verdes con color blanco, una tradición arquitectónica de hace más de cuatro siglos. En sus inicios, estaba destinado como un convento de franciscanos y en 1973 fue declarado monumento nacional y desde 1947 ha graduado a miles de veleños. Por otra parte, está la Iglesia Atravesada, como se le conoce nacionalmente a la Catedral de Nuestra Señora de las Nieves; este templo de oración es un distintivo nacional de los valores católicos que se infundieron con la llegada de los primeros frailes a esta región. Es un lugar muy colorido, lleno de flores que trasmiten tranquilidad y paz. Está diseñado según las características barrocas; movimiento cultural que se dio en todos los sentidos de la vida, en especial en la arquitectura, proveniente de Europa. España utilizó esta tendencia para construir sus edificaciones y seguir con el legado del Renacimiento. En Colombia tenemos esta herencia arquitectónica que se ve claramente en todas las Iglesias del país.